POR IVÁN DÍAZ CABRERA.
Y, es que es así. Una realidad como otra cualquiera. Nos pasamos todo lo que nos dicen por el forro. A principios de esta semana, conocíamos la noticia de que si todo el mundo respetase el decreto-ley que obliga al uso de mascarilla, el coronavirus quedaría erradicado en ocho semanas.
Pero no. No nos da la gana. La cifra de nuevos contagiados recuperaba datos previos al fin del estado de alarma. La cifra de hoy esta rozando el millar de contagios. Eso, cuando hacemos referencia a las cifras oficiales, si tenemos en cuenta todos los datos, se trata de más de 2.300 contagios notificados en menos de 24 horas.
Francia ya recomienda a sus habitantes evitar los viajes a Cataluña. Un nuevo confinamiento arrasaría con la economía española, que pese a obtener cifras de recesión alarmantes, se recupera mejor de lo esperado. ¿A qué cojones estamos esperando?
Habrá que continuar analizando la situación, pero esto pinta feo. Muy feo. El lado positivo es que esta variante del virus en más contagiosa, pero posee menor carga viral, por lo que el número de hospitalizaciones no está siendo elevado, pero el invierno está aquí y habrá que ver si las características continúan siendo las mismas.
Gracias por leer estas palabras que no van a servir para nada. Sigamos bailando la conga y haciendo macrofiestas ahora que “podemos”.